La Pacificación de la Araucanía: Análisis Exhaustivo de la Invasión, el Despojo y el Genocidio Mapuche
La historia de Chile tiene un capítulo escrito con eufemismos y sangre: la mal llamada «Pacificación de la Araucanía». Este artículo se sumerge en los detalles de este proceso (1861-1883), desmantelando el relato oficial para revelar una compleja operación de conquista militar, despojo legal y colonización forzosa que redefinió el destino del Estado chileno y del pueblo Mapuche, dejando un legado de conflicto que perdura hasta hoy.
Tabla de Contenidos
- 1. Contexto Histórico: El Wallmapu Autónomo y el Estado Chileno Expansionista
- 2. Los Actores Clave del Conflicto
- 3. El Plan del Estado: La Propuesta de Ocupación de Cornelio Saavedra
- 4. La Ejecución Militar: Fases de una Guerra Asimétrica
- 5. El Despojo Legal: Cómo las Leyes Aniquilaron la Propiedad Mapuche
- 6. La Colonización Dirigida: Tierras para Unos, Despojo para Otros
- 7. La Catástrofe Humana y el Debate del Genocidio
- 8. El Impacto Total: La Desarticulación de la Sociedad Mapuche
- 9. Resistencia y Resiliencia Mapuche
- 10. Legado y Deuda Histórica: Las Raíces del Conflicto Actual
- 11. Análisis Comparativo: Araucanía, el «Desierto» Argentino y el Oeste Americano
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1. Contexto Histórico: El Wallmapu Autónomo y el Estado Chileno Expansionista
A mediados del siglo XIX, la frontera sur de Chile estaba claramente delimitada por el río Biobío. Al sur se extendía el Wallmapu, el territorio ancestral del pueblo Mapuche, una nación independiente de facto que había resistido con éxito la conquista del Imperio Español durante más de 300 años. La sociedad Mapuche estaba organizada en una compleja estructura social y política basada en el lof (clan familiar), el ayllarewe (federación de lofs) y los butalmapus (grandes alianzas territoriales).
Para el Estado chileno, consolidado tras las guerras de independencia y bajo una fuerte influencia de las ideas europeas de progreso y Estado-nación, esta autonomía era un problema. Las élites políticas y económicas, bajo las presidencias de Manuel Montt (1851-1861) y, fundamentalmente, José Joaquín Pérez (1861-1871), vieron la ocupación como una necesidad imperativa para:
- Apropiarse de recursos: Las tierras de la Araucanía eran vistas como el «granero de Chile», esenciales para el auge de la agricultura del trigo.
- Unificar el territorio: Conectar la zona central con las colonias de Valdivia y Llanquihue, fundadas con inmigrantes alemanes a partir de 1845.
- Afirmar la soberanía: Eliminar la frontera interior y proyectar una imagen de nación unificada y moderna ante el mundo.
2. Los Actores Clave del Conflicto
Este proceso histórico fue protagonizado por figuras y grupos con intereses y visiones del mundo radicalmente opuestas.
Categoría | Actores Relevantes | Rol en el Conflicto |
---|---|---|
Estado Chileno (Oficiales) | José Joaquín Pérez, Federico Errázuriz Z., Aníbal Pinto, Domingo Santa María | Presidentes de Chile que impulsaron y ejecutaron la política de ocupación. |
Estado Chileno (Militares) | Cnel. Cornelio Saavedra, Gral. Gregorio Urrutia, Cnel. Basilio Urrutia | Diseñaron y lideraron las campañas militares de avance, fortificación y represión. |
Pueblo Mapuche (Líderes) | Lonko Mañilwenü, Lonko Külapang, Lonko Esteban Romero | Líderes de la resistencia Mapuche, organizando la defensa militar y diplomática de sus territorios (principalmente de los grupos wenteche o arribanos). |
Otros | Colonos chilenos y europeos (alemanes, suizos, italianos), Orélie Antoine de Tounens | Ocuparon las tierras despojadas. Tounens, un aventurero francés, se autoproclamó Rey y su presencia fue usada como pretexto por Chile para justificar la ocupación. |
3. El Plan del Estado: La Propuesta de Ocupación de Cornelio Saavedra
En 1861, el Coronel Cornelio Saavedra Rodríguez presentó al Congreso chileno un detallado «Plan de Pacificación de la Araucanía». Argumentaba que la política de tratados y parlamentos había fracasado y que se requería una estrategia de ocupación material. Su plan, aunque disfrazado de un lenguaje «civilizatorio», era en esencia un proyecto de conquista en tres ejes:
- Avance de la Frontera: Mover la línea militar desde el río Biobío hasta el río Malleco, estableciendo una línea de fuertes para asegurar militarmente el territorio.
- Subdivisión y Venta de Tierras: Una vez «asegurado», el territorio entre ambos ríos sería subdividido en lotes y vendido por el Estado, generando ingresos fiscales y fomentando la propiedad privada.
- Colonización: Promover activamente la instalación de colonos chilenos y extranjeros en las tierras recién incorporadas para «chilenizar» la región y desarrollar su potencial agrícola.
Este plan generó debate. Mientras la prensa y la élite de Santiago y Concepción lo apoyaron fervientemente, algunas voces criticaron la inminente violencia. No obstante, el Congreso lo aprobó, dando luz verde a la invasión.
4. La Ejecución Militar: Fases de una Guerra Asimétrica
La ocupación militar se desarrolló en varias fases, interrumpida por levantamientos Mapuche y la Guerra del Pacífico (1879-1883).
4.1. Primera Fase (1861-1868): Avance y Fortificación
Saavedra puso en marcha su plan, fundando o refundando fuertes como Angol, Mulchén, Negrete y Lebu. La estrategia era clara: cada fuerte era una punta de lanza que aseguraba un perímetro para la llegada de colonos. La resistencia Mapuche fue inmediata, dando lugar a una guerra de guerrillas y grandes levantamientos, como el liderado por el lonko Külapang. La respuesta del ejército fue brutal, aplicando la táctica de «tierra arrasada»: quemar rukas, destruir siembras y robar el ganado para provocar hambruna y forzar la sumisión.
4.2. Segunda Fase (1869-1881): Pausa Diplomática y Consolidación
Tras un gran levantamiento en 1868-1871, el avance militar se ralentizó. El Estado se enfocó en consolidar el territorio ya ocupado hasta el Malleco, mientras intentaba usar la diplomacia para neutralizar a los lonkos. Durante este período, el telégrafo y el ferrocarril comenzaron a conectar la frontera, facilitando la movilización de tropas y recursos. Este período de relativa calma se rompió con el estallido de la Guerra del Pacífico. Chile retiró parte de sus tropas de la Araucanía para enviarlas al norte, lo que los Mapuche vieron como una oportunidad.
4.3. Tercera Fase (1881-1883): La Ofensiva Final
Considerado el último gran levantamiento general, miles de guerreros Mapuche de distintas zonas se unieron en 1881 para atacar los fuertes chilenos. Sin embargo, el Estado chileno, victorioso y con un ejército profesionalizado y bien armado tras la Guerra del Pacífico, respondió con una fuerza abrumadora. Bajo el mando del Coronel Gregorio Urrutia, se lanzó la ofensiva final. Se ocupó el territorio hasta el río Cautín, se fundó Temuco (1881) y se avanzó hasta la refundación de Villarrica en 1883, dando por concluida militarmente la «Pacificación».
5. El Despojo Legal: Cómo las Leyes Aniquilaron la Propiedad Mapuche
La conquista militar fue inseparable de la conquista jurídica. El Estado chileno creó un marco legal específico para desmantelar la propiedad comunal Mapuche y transferirla a manos de colonos y latifundistas.
5.1. La Ley de Radicación de 1866: El Arma Jurídica
Esta ley, promulgada en pleno conflicto, es la piedra angular del despojo. Su lógica era simple y devastadora:
- Creación de «Terrenos Baldíos»: La ley establecía que toda tierra que no estuviera «efectiva y continuamente ocupada» por los indígenas sería considerada «terreno baldío» (vacante) y, por tanto, propiedad del Estado. Esto ignoró que la economía Mapuche requería vastas extensiones para el pastoreo, la recolección y la rotación de cultivos, tierras que no estaban «continuamente ocupadas» pero eran vitales.
- Negación de la Propiedad Comunal: El concepto de propiedad privada individual era ajeno a la cosmovisión Mapuche. La ley impuso este modelo, desarticulando la base comunal de la sociedad.
- Comisiones de Radicación: Se crearon comisiones, compuestas por ingenieros y funcionarios estatales, para medir y delimitar las tierras, un proceso plagado de abusos, corrupción y desconocimiento de la cultura local.
5.2. Los «Títulos de Merced»: El Confinamiento en Reducciones
A las familias Mapuche se les «concedió» por «merced» del Estado un «Título de Merced» sobre una pequeña porción de sus tierras ancestrales. Estas propiedades, llamadas «reducciones», tenían graves problemas:
- Tamaño Insuficiente: El promedio por persona era de unas 6 hectáreas, lo que hacía imposible replicar la economía ganadera anterior y condenaba a las familias a la agricultura de subsistencia y la pobreza.
- Pérdida de Territorio: En total, se entregaron cerca de 3.000 títulos que sumaban unas 510.000 hectáreas. Esto representó la legalización de la pérdida de más del 90% del territorio Mapuche.
- Fragmentación Social: El confinamiento en reducciones rompió las redes de parentesco y las alianzas políticas entre los lof, aislando a las comunidades y facilitando el control estatal.
6. La Colonización Dirigida: Tierras para Unos, Despojo para Otros
Mientras al pueblo Mapuche se lo reducía a la mínima expresión territorial, el Estado chileno desplegaba un generoso programa de colonización. El contraste en el trato es una de las claves para entender la profundidad de la injusticia.
Aspecto | Trato al Pueblo Mapuche | Trato a los Colonos Europeos/Chilenos |
---|---|---|
Acceso a la Tierra | Confinamiento en «reducciones» de 6 ha/persona en promedio. | Entrega de hijuelas de 40 a 500 hectáreas por familia, de mejor calidad agrícola. |
Apoyo Estatal | Nulo. Se les despojó y luego abandonó. Eventualmente, raciones de subsistencia. | Pasajes gratuitos desde Europa, un año de pensión, herramientas, semillas, animales y asistencia médica. |
Estatus Legal | Considerados «incapaces relativos» bajo un sistema de tutela a través de los «Protectores de Indígenas». | Plenos ciudadanos con derechos de propiedad y apoyo para su desarrollo económico. |
7. La Catástrofe Humana y el Debate del Genocidio
La violencia de la «Pacificación» no fue solo militar o legal. Fue una catástrofe humana que diezmó a la población Mapuche y destruyó las bases de su existencia, lo que ha llevado a un serio y fundamentado debate sobre la aplicación del término «genocidio».
7.1. Genocidio y Etnocidio: El Debate Conceptual
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU (1948) lo define como actos perpetrados con la «intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso». Los actos incluyen:
- Matanza de miembros del grupo.
- Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
- Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
- Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.
- Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Muchos académicos argumentan que las acciones del Estado chileno, especialmente el tercer punto, se ajustan a esta definición. La destrucción de la economía, el despojo de tierras vitales y el confinamiento en zonas inviables fueron acciones deliberadas que, previsiblemente, causaron hambrunas y epidemias masivas. Complementariamente, se habla de etnocidio, la destrucción deliberada de la cultura de un pueblo, lo que también ocurrió a través de la prohibición de la lengua, la religión y la educación propia.
7.2. Perspectivas Historiográficas en Disputa
El entendimiento de este período está dividido por diferentes interpretaciones históricas.
Perspectiva | Historiadores Principales | Interpretación de la «Pacificación» |
---|---|---|
Tradicional / Estatalista | Sergio Villalobos | Un proceso inevitable y necesario para la unificación y modernización de Chile. La violencia fue un «choque de civilizaciones» con excesos de ambos lados, pero no una política de exterminio. |
Revisionista / Crítica | José Bengoa, Jorge Pinto Rodríguez | Una guerra de conquista imperialista impulsada por intereses económicos de la élite. La violencia fue sistemática y el proceso constituyó un etnocidio y, para muchos, un genocidio. |
Mapuche | Pablo Marimán, Sergio Caniuqueo | Una invasión y ocupación de un país soberano (Wallmapu). Se enfoca en la continuidad de la resistencia y enmarca el proceso como el inicio de una relación colonial que persiste. |
7.3. Evidencias de la Devastación Demográfica
«Pasado el fragor de las batallas, comenzó el tiempo del miedo, de la peste, del hambre, de la pérdida de la identidad. […] Se calcula que entre veinte y treinta mil mapuches murieron de hambre y pestes entre 1881 y los primeros años del siglo XX.» – José Bengoa, historiador.
La población Mapuche, que se estimaba en cerca de medio millón de personas antes del proceso, sufrió un colapso. La combinación de muertes en combate, masacres, hambrunas post-despojo y epidemias de viruela y cólera —facilitadas por la desnutrición y el hacinamiento en las reducciones— provocó una catástrofe demográfica de la que el pueblo Mapuche tardaría más de un siglo en recuperarse.
8. El Impacto Total: La Desarticulación de la Sociedad Mapuche
La «Pacificación» provocó un quiebre estructural en todos los ámbitos de la vida Mapuche. Políticamente, la autoridad de los lonkos fue socavada, y las grandes alianzas territoriales se disolvieron. Económicamente, se transitó de una sociedad ganadera y agrícola próspera a una de subsistencia y pobreza endémica. Socialmente, la vida comunal se vio fracturada por la propiedad individual y la migración forzada a las ciudades, donde los Mapuche se convirtieron en un proletariado urbano discriminado. Culturalmente, la imposición de la escuela y la religión del Estado chileno inició un proceso de asimilación forzosa que amenazó la supervivencia del Mapudungun y la cosmovisión Mapuche.
9. Resistencia y Resiliencia Mapuche
A pesar de la devastación, el pueblo Mapuche nunca dejó de resistir. Tras la derrota militar, la resistencia se transformó. A principios del siglo XX surgieron las primeras organizaciones políticas modernas, como la Sociedad Caupolicán Defensora de la Araucanía y la Federación Araucana, que comenzaron a luchar por la restitución de tierras y los derechos civiles a través de medios legales y políticos. La memoria histórica y la identidad cultural se preservaron en la clandestinidad de la vida comunitaria y familiar, demostrando una extraordinaria resiliencia.
10. Legado y Deuda Histórica: Las Raíces del Conflicto Actual
La «Pacificación de la Araucanía» no es historia antigua; es el origen directo del conflicto que vive Chile hoy. Las demandas del movimiento Mapuche por territorio y autonomía se fundamentan en este despojo histórico. Conceptos como la «deuda histórica» del Estado chileno son centrales en el debate público. La Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato (2003) reconoció oficialmente el despojo y la violencia estatal como una violación de los derechos humanos y recomendó políticas de reparación que, en gran medida, siguen pendientes.
Los actuales conflictos con empresas forestales, la criminalización de la protesta social Mapuche mediante la aplicación de leyes antiterroristas y el debate sobre un Estado Plurinacional son ecos directos de este proceso de conquista no resuelto.
11. Análisis Comparativo: Araucanía, el «Desierto» Argentino y el Oeste Americano
El proceso chileno no fue un caso aislado. Ocurrió en paralelo a otras campañas de conquista de Estados-nación americanos sobre pueblos indígenas:
- Conquista del Desierto (Argentina, 1878-1885): Casi simultánea y coordinada en ciertos aspectos con la chilena. Compartió la misma justificación ideológica (civilización vs. barbarie), las tácticas de guerra total y el objetivo de liberar tierras para la ganadería extensiva. También es calificada como genocida.
- Guerras Indias (EE.UU., siglo XIX): El concepto de «Destino Manifiesto» justificó la expansión hacia el oeste. Procesos como el «Sendero de Lágrimas» y las masacres de Sand Creek o Wounded Knee, seguidos por el confinamiento en reservas, muestran patrones de despojo y violencia muy similares.
En todos los casos, los Estados nacionales emergentes utilizaron su superioridad militar y un marco legal autojustificatorio para despojar a los pueblos originarios de sus tierras, recursos y soberanía, dejando un legado de trauma y lucha por la justicia que continúa hasta hoy.
Conclusión: Una Historia por Reivindicar
La «Pacificación de la Araucanía» fue una guerra de conquista estatal que despojó a un pueblo de su territorio y buscó aniquilar su cultura. Comprenderla en toda su complejidad, con sus detalles militares, legales y humanos, es un deber para cualquier sociedad que aspire a la justicia. Reconocer este pasado no es reabrir heridas, sino comenzar a sanarlas sobre la base de la verdad y la reparación.
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En estado de Chile, debe reconocer estos hechos y co. O mínimo debería devolver las tierras usadas hoy como reservas naturales parques y otros que se utilizadas por el pueblo mapuche, o una condición, Que no sean vendidas. Porque se les entregó tierras años ates y estas muchos las vendieron. Similar a lo que pasó con la Reforma Agraria. Levantaron la prohibición y vendieron sus tierras. De este modo sería una historia de nunca acabar.